Siendo
las 6.30 h. de la mañana del día 16 de Junio de 2013 abro los ojos sin
despertador y sin nada a ver como está mi cuerpo después del mal día pasado el
día anterior debido a una indisposición intestinal diarreica.
Una vez tomado el desayuno
pertinente para este tipo de eventos observo que mi cuerpo parece que esta
normal y me pongo manos a la obra a prepararme la ropa para participar en dicha
marcha cicloturista.
Ya en la salida bajo el inmejorable
entorno de la Plaza del Cardenal Belluga junto a la Catedral de Murcia veo un
grupo de maillots blanquiverdes inconfundibles que nos saludamos como es de
rigor. Cerquita de nosotros observo el coche de Ciclos Sarabia, que dado mi
“habilidad” para las subidas, y abusando de mi confianza con ellos le digo que
me reserven sitio en el coche por si me atasco subiendo, a lo que acceden sin
poner dificultad alguna, diciéndome “Un cliente VIP como tú siempre tiene cabida
en el coche”, lo cual es de agradecer.
Bueno, vamos a lo que es en sí la
marcha cicloturista la cual empezó a un ritmo frenético, pues menos mal que era
controlada a una velocidad media de 25 km/h como decía el reglamento de la
prueba. Llevados apenas 2 kilómetros se me iba el grupo por delante, teniendo
ya que echar mano a la maneta del plato de 50 dientes y a la corona de 14
dientes y enlazar con el grupo allá casi en la población de Alcantarilla
intentándome llevar a rueda a nuestra compañera Esmeralda, la cual seguía
convaleciente de unas molestias en un gemelo de una de sus piernas.
Nuestra primera sorpresa fue un
cambio de itinerario por parte de la organización, metiéndonos por la Ribera de
Molina y la Torre Alta, con sus estrecheces para tal pelotón agrupado. Os
podéis imaginar que las manetas de freno eran accionadas constantemente. Así
vamos pasando pueblos y pedanías dirección a Archena, cuando en el tramo que
une Alguazas con Ceutí, me avisa un ciclista de otro equipo que una compañera
mía había tenido una avería mecánica en su bicicleta. Me voy retrasando hasta
que me adelantan prácticamente todos los coches de carrera hasta que a lo lejos
diviso a Joao tirando como alma que lleva el diablo de Esmeralda y Helio,
llegan a mi altura y empezamos una persecución a bloque a intentar empezar la
subida a Ricote inmersos en el grupo o en sus estribaciones como mal menor.
Llegamos a las primeras rampas
dirección Ricote y comienzo la subida regulando y con cadencia para no quedarme
atrancado en ninguna curva de ascenso, momento en el cual Helio incrementa el
ritmo y me dice “hasta luego, voy a probarme” (La marcha de Moratalla se nota
en la buena forma física), hasta que pasado el pueblo de Ricote una bala me
pasa por la izquierda y era Joao enfervorizado subiendo, menudo maquinón, como
hemos cambiado amigo ¡!!!! Con su cámara on board que hizo las delicias de los
asistentes.
Una vez alcanzada la cima, sorpresa
¡!!!!, nos encontramos con los “pata negra” del club a saber, Javier, Juan
Antonio, Manolo, Juan Pedro….., etc con el permiso de Paco Lorca claro está,
haciéndonos una foto bastante concurrida de nuestro gran equipo humano y
deportivo.
Después de varios toboganes llegamos
a la localidad de Abarán la cual nos esperaba para el único avituallamiento de
una jornada marcada por las altas temperaturas, mi gps en algunos tramos llegó
a marcar hasta 40ºC.
Salimos del avituallamiento
dirección La Losilla y menudo rampón nos dedicó la organización hasta coger la
N-301, marcando desniveles de hasta el 14% en algunos tramos.
Llegando a la localidad de Ulea de
pronto veo a un ciclista tirado en el arcén con otro compañero suyo haciéndole
unos estiramientos en las piernas, estaba el pobre acalambrado debido a las
altas temperaturas y al poco líquido ingerido entiendo yo.
Pasando por segunda vez por Molina
de Segura , de pronto la organización decide parar la carrera a la altura de la
gasolinera del cabezo Cortao. No me extraña porque íbamos con bastante adelanto
sobre al horario previsto, haciendo acopio de agua en la tienda para todos mis
compañeros que venían deshidratados prácticamente.
Ya bajando hacia la fabrica del
preciado zumo cebada (véase Estrella de Levante) decidimos Juanjo, Helio, Joao,
Jose y un servidor agruparnos para intentar llegar lo mas juntos posibles
debido a una “insolación” creemos que padecía Esmeralda porque la pobre iba
justita de piernas en el momento en el que el coche de Ciclos Sarabia y mas
concretamente Antonio empieza a hablar por los altavoces del coche “Buen equipo
éste, parece el Saeco de Cipollini que participaba en el tour de Francia…..,,
etc.”.
Sin mas contratiempos llegamos al
Mesón la Torre donde terminaba dicha prueba cicloturista enganchándonos a la
bañera de quintos que teníamos pegada a nosotros.
Para mí uno de los momentos mas
emotivos del dia fue cuando llegamos a la meta y nos chocamos las manos en
señal de complicidad entre los que llegamos a la misma vez, desbordando
compañerismo a raudales completando con la subida al pódium como uno de los equipos
mas numerosos de la prueba.
Hasta la próxima compañeros !!!!!