Por Abilio Gallar.
Sábado 6 de Diciembre de 2014, quedamos como
de costumbre en la ya archifamosa “Plaza-Chica” de la Alcayna un nutrido grupo
de compañeros y amigos de nuestro Club-Ciclista para pasar una agradable
jornada de ciclismo allá donde se precie.
Somos de la partida Javier Villarreal senior,
Javier Villarreal junior, Juanjo, Pedro Guerrero , Miguel, Jose, Miguel Palazón
y el redactor de ésta crónica , ocho valientes que tenían el propósito de
desafiar el fuerte viento reinante por la zona y llegar sanos y salvos a
nuestro punto de partida. Cabe destacar desde el principio la buena labor e
interés de nuestro compañero Miguel Palazón dada su poca experiencia en
ciclismo de carretera y su montura poco aerodinámica para estos lares.
Ya, desde el principio me dejan la “tostada”
como se suele decir en el argor ciclista de decidir la ruta a completar, con lo
cual salimos como de costumbre con gran compañerismo dirección Fortuna y ya en
los primeros kilómetros notamos el fuerte viento que nos iba a dar toda la
jornada siempre conducidos por nuestro compañero Jose de manera magistral.
Cabe destacar en la jornada de hoy que las
bicicletas con ruedas con algo de perfil iban a pasarlo bastante mal cuando
diera aire de costado, cuestion que no es pasada por alto por nuestro compañero
Pedro Guerrero el cual me comenta que hoy era ruta para ruedas de menos perfil
ya que el viento dada unos bandazos de armas tomar, yo pese a llevarlas solo en
el tren trasero ya iba notando tales embestidas de vez en cuando.
Llegamos sin novedad a la rotonda de Fortuna,
pero una vez tomada dirección Pinoso, el grupo se empieza a enfilar de manera
escandalosa por la alta velocidad que nos llevaba Jose , ya que nadie quería
asomar el hocico para evitar a toda costa el fuerte viento en contra que por entonces
sufriamos en nuestros cuerpos, hasta que nuestro ex-presidente Javier
Villarreal con su buen hacer siempre, se dirige hacia la cabeza del grupo a
poner un poco de orden porque se estaba yendo de las manos la buena armonía del
grupo hasta entonces y sobre todo por Miguel Palazón que el pobre aguantaba
como un jabato a cola de grupo como lapa a una roca .
Una vez ralentizada la marcha, ya tenemos
tiempo de echar mano del bidon del líquido elemento con el fin de ir
recuperando fuerzas que empezaba a notarse el sacrificio en nuestras piernas.
Seguidamente tomamos dirección hacia Mahoya con una pequeña subidita en la cual
se divide el grupo en dos quedando un nutrido grupo con nuestro compañero
Miguel Palazón y tenemos tiempo para variar un poco el recorrido marchando
hasta la Comunidad Valenciana por unos kilómetros.
Llegamos la localidad de Mahoya después de un
largo y rápido descenso para tomar dirección Abanilla sin contratiempo alguno
en el cual Miguel Palazón haciendo un alarde de convencimiento pasa a la cabeza del pelotón a lo cual le decimos
todos que guarde fuerzas para un repecho que viene a continuación que gracias a
que llevamos viento a favor se hace bastante llevadero de algo mas de 800
metros.
Seguimos dirección Orihuela por una carretera
con el asfalto en perfecto estado y picando para abajo y con aire a favor, con
lo que podéis imaginar el buen ritmo que llevaba el grupo , no en vano, alguna
vez que eché ojo a mi cuenta kilómetros marcaba algo más de 65 km/h y rodando
la mayoría con toda la tranca metida, que en el argor ciclista es rodar con
todo el desarrollo posible, yo particularmente con un 50x11.
Poco tiempo después se acabó lo bueno, tanto
por rodar por buen asfalto como por la dirección del viento, tomando un cruce
dirección Fortuna por el trasvase, fuerte viento en contra, carretera
pestosilla como diría el mismísimo Perico Delgado, pero bueno, con armonía y
parsimonia vamos rodando desafiando a nuestro inseparable “eolo” que cabe decir
que fue nuestro compañero invisible toda la jornada.
El entendimiento era bastante bueno entre
todos, pasando la mayoría a los relevos con el fin de vencer las inclemencias
metereológicas ya que había bastante interés por llegar a nuestro punto de
partida y tomar el merecido café.
Una vez superado un repecho de cierta entidad
por el trasvase ya nos encaminabamos a la última parte del recorrido, quedando
un penúltimo tramo llamado (París-Robaix), ya os podéis imaginar el estado del
asfalto para compararlo con tal monumento del ciclismo mundial.
Cogiendo ya la carretera hacia la Alcayna, nos
quedaba la última subidilla de la jornada (Ares), y Miguel Palazón ya decide
seguir su ritmo constante sin agobiarse mucho a lo que nos quedamos con él
Javier Villarreal y un servidor con el fin de que no llegue en solitario a la
meta.
Después de 60 kms. Llegamos al merecido café y
pareciera que habíamos rodado 100 kms, con las caras algo desencajadas por
algunos debido al esfuerzo realizado y lo molesto que es el viento sin
protección alguna.
Quisiera destacar desde aquí que esperamos la
pronta recuperación de nuestro compañero Manuel Salvador que como sabéis sufrió
hace unos días una dura caída mientras practicaba su deporte favorito, el
ciclismo.
Espero veros pronto de nuevo en la carretera a
todos y nos vemos en la próxima ¡!!!!!!!!!!!!.